HEN-O [Adaptación]
El entrenamiento de técnicas específicas para situaciones concretas planteadas desarrolla habilidades de todo tipo que van quedando archivadas en nuestra memoria de patrones de comportamiento aprendido.
Pero en la realidad nunca suelen darse esas circunstancias y lo mas probable es que los patrones entrenados no puedan repetirse tal cual.
¿Entonces, para que entrenar Kata y Bunkai? ¿Porqué perder el tiempo con ello?.
Aunque uno de nosotros fuese capaz de entrenar todas las técnicas de todas las artes marciales y todas las posibles interpretaciones y soluciones, si esa persona no puede adaptarse a las circunstancias cambiantes, nunca tendrá la capacidad real de defenderse.
En japonés Hen 変 es el kanji que se utiliza para referirse a cambio, a lo inesperado. HEN-O se refiere, a la adaptación a todo tipo de cambios y circunstancias, especialmente las inesperadas y esa es una capacidad fundamental para un Karateka, pero sobre todo para nuestra vida cotidiana y el trabajo.
La enseñanza de un Kata puede ser múltiple y variada, dependiendo de los Principios que estén contenidos en la intención de quien lo creó [Hongi] es todo aquello que puso en un Kata quien lo creó o quien lo modificó creando su propia versión tras haberlo comprendido íntimamente.
Un Kata es lo que se ve y lo que no se ve.  Toda acción tiene una respuesta acorde sea visible o no.
Todo lo que no se ve a simple vista, los Principios subyacentes es el Toridai. Todo eso que está oculto, puede salir a la luz mediante el estudio concienzudo y el entrenamiento diligente.
Cuando uno está preparado, comprende por si mismo su [Myo] Esencia, que trasciende al propio KATA y llega a impregnar la personalidad del practicante.
HEN-O es la adaptabilidad a las circunstancias, medio, entorno, adversario, etc... Esa adaptabilidad aprendida tras la práctica desarrolla muchas otras capacidades y mecanismos de reacción y capacidad de respuesta. Estudiar sólo la parte visible del Kata, no te permite conocer su Esencia.
Un Kata del que no se conoce su esencia, lo que lo regula y da sentido su [Myo] es un mero ballet marcial, un conjunto de movimientos ejecutados con un determinado ritmo.
En Karate existen las llamadas Shikake waza [técnicas de configuración ofensiva] y las Oji waza [técnicas de configuración defensiva]
Las Shikake waza se componen de varias partes.
1 Yomi es la capacidad de leer al oponente.
2 Maai, la distancia con el oponente, el uso que él hace y como reacciona ante nuestros movimientos. La reacción que el adversario ante nuestro [tokoshi] acercamiento, nos dará su [kokoro no Maai] la distancia en la cual el se siente incómodo. El análisis de esas reacciones nos permite elaborar la estrategia adecuada adaptándonos a su forma de reaccionar.
3 Hyoshi, el ritmo espacio temporal que conlleva el enfrentamiento.
Maai, Hyoshi y Yomi son tres de los factores esenciales a dominar en el enfrentamiento.
La elaboración de [Senjutsu] la estrategia a seguir que implica: circunstancias, espacio, entorno, leer al oponente y sus habilidades para formular la estrategia ganadora. El adversario a su vez esta elaborando sus propias estrategias y puede [y debe] tomar una táctica distinta a la que nosotros creemos que haría.
El adversario, en su propio [Senjutsu] puede usar el [Damashi] engaño, puede aparentar fortaleza cuando no la posee,  debilidad y abrir huecos en su kamae invitándonos que le ataquemos [Sasoi] , y estar preparado desde una posición ventajosa física y mentalmente [Tsukuri] .
Puede cambiar su ritmo y pillarnos en una posición de debilidad [Kyo] incluso, con una combinación de maniobras tácticas crear un [Suki] brecha en nuestro Sistema defensivo.
Esa habilidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes de un enfrentamiento es HEN-O.
Si nuestra intención es romper el espíritu del adversario (eikikujiki) con el entrenamiento del Kata seremos capaces de regular nuestra respiración, eso nos permitirá estar tranquilos, nos aportará la claridad de espíritu necesaria para que nuestra intuición [Kan Kyo jutsu] fluya con la acción y así poder sentir al oponente.
Resumen del texto de Don Ramón Fernández-Cid