Se acabó el curso de Playa de Aro.
Un curso de reflexión y de nostalgia.
No recuerdo exactamente la 1º primera vez que pisé la cala donde he entrenado los últimos veintitantos años, fue entre el 80 y el 82 acompañando a mi padre, el Doctor Carlos de la mano de mi hermana asistíamos como espectadores de lujo como mi padre y los viejos budokas de pantalón ancho entrenaban en la arena, como compartían ilusiones y amistad, todo ese tiempo me sentí querido como niño por vikingos, escoceses y galos y guerreros africanos que todavía ahora me ven como ese niño. Muchas cosas han pasado desde entonces enfermedades, abandonos, encuentros pasar de niño a hombre de hombre a tío y padre, pero siempre estaba ese punto de inflexión del año que era Playa de Aro.
Este año las cosas han cambiado este curso ha sido diferente sobre todo para los que estamos en esta casa desde "siempre", y ha cambiado seguramente para siempre.


Con la esperanza de que lo mejor está todavía por venir, y de que Doshu nos ha dado durante todo este tiempo herramientas de sobra para enfrentarnos al futuro juntos unidos por el Kyosei.
Este año el curso de Playa de Aro ha terminado.