Una vez más por Noruega mi segunda vez en Oslo pero ya son un montón de viajes a este país que adoro. No tanto las ciudades, ya me conocéis, sino sus gentes y su naturaleza bosques, fiordos, que es lo que me apasiona. El frio en las orejas, la respiración entre la humedad del bosque, meter tus pies en el agua helada del fiordo y pasear descalzo por su arena dura. Compartir café, te, sidra, vino, comida y conversación mucha conversación, entrenamiento, ducha y sauna. Respirar y transpirar Nanbudo y amistad.
En esta visita a Oslo he vuelto a ser hospedado amablemente por Martin y su mujer Camille. No tengo palabras para agradecer que me dejen compartir sus vidas, espero no haber molestado demasiado. Marianne compartió cena, comidas y paseos, incluido un reconfortante vino caliente en el centro de Oslo para calentar el espíritu.
En cuanto al seminario con Doshu Yoshinao Nanbu pues bien, claro!!! compartir tatami con él siempre es reconfortante, tuve la satisfacción de volver hacer el Nanbu Taiso con él, mano a mano con la misma sensación de cuando era niño y me miraba en cada movimiento para luego corregirme. Disfrutando al máximo de estas experiencias. El entrenamiento de los adultos ayudando en la docencia siempre que se me requirió. Kurt me había pedido, al invitarme al curso de Oslo, que me responsabilizara de la clase de los niños, y fue sencillamente genial. 40 cachorros de vikingo, corriendo, saltando, jugando, con kihon, randori, kata, kidoho y al final besos, abrazos y comentarios desmedidos de la exaltación afectiva que surge natural del corazón infantil. "es la mejor clase de mi vida, cuando viene Chicho a darnos clase otra vez". Ahora mismo esta es la energía que me permite seguir en el mundo de la enseñanza esa mirada, esa sonrisa, la ilusión del que está abierto para aprender.
El sábado por la tarde y a demanda de varios cintos negros estuvimos 2 horas largas entrenando diversos temas casi todos instigados por mi amigo "franchute" Eric que se desplazó desde Paris para estar en Oslo en este evento.Gracias de nuevo a Thomas por enseñarme como siempre ha trascender del tatami y encontrar ese algo, más y por supuesto a Bjorn con su trabajo duro y expeditivo. Mis disculpas a Christian por los golpes recibidos (ya sabéis mis toris son siempre un poco maltratados).
Se examinaron varias personas, la verdad es que no me suelo fijar en estas cosas, pero en este curso se examinaban Guru y Anette y a las 2 por motivos diferentes me encantó verlas con su actitud de trabajo, de lucha y de superación. Estoy muy orgulloso sobre todo de Anette por todo lo que tuvimos que vivir ese fin de semana.El domingo por la mañana fuimos a la casa familiar de Camille y al ver el pequeño pueblecito pesquero de casitas de madera me dije: Aquí si que me podría perder. Que maravilla.
Ya de vuelta en casa con ganas de descansar y de recuperar el tiempo perdido de mi familia, ahora si nada se tuerce hasta febrero sólo cursos en España nada de aviones.