Y por vez primera me di el lujo de unas vacaciones de fin de semana nos vino a buscar el padre, el tío y el tío abuelo de Alí al aeropuerto y nos desplazamos a Rabat. Hicimos una paradita en Mohadmedia donde comimos en la Medina unas bandejitas de pescado frito y ya el colorido el olor y el ambiente me empezó a cautivar. Esa misma noche me llevaron a un centro deportivo a cenar y luego a tomar una cervecita en un bar (taberna irlandesa) los dos sitios empezaron ya a romperme los esquemas que en Europa nos venden del norte de áfrica. Los chavales y chavales que por allí campaban eran como los de aquí, el vino y la cerveza en las mesas eran tan normales como la Coca-Cola. Las chavalas andaban con sus amigas y por sus formas de vestir y actuar no las hubieras diferenciado con las de aquí.
Entre el sábado y el domingo visitamos el barrio paterno y el barrio materno también acudimos por el zoco de Rabat a mercadear y la zona del rio, el castillo y la Mezquita del Rey.
La imagen que este viaje me ha dejado es que Marruecos es la diversidad una chica con su chilaba y su pañuelo y al lado su amiga con pantalón corto y camiseta de tirantes. Esta claro que a cada uno le condicionaran su forma de interpretar sus creencias su familia su barrio y lo demás, pero y aquí no?
La familia y la hospitalidad me impresionó sobremanera por que no hace tanto tiempo aquí también teníamos esos valores que están perdiéndose por una tonta idea de sofisticación nor-europea, que por cierto en la tierra de mis amigos Noruegos tampoco buscan hace tiempo de hecho también ellos vuelven a darle el valor importante de la piel, del roce, de la familia, de la vecindad.
En Marruecos está prohibido usar el Burka de hecho en los 3 días que estuve sólo vi a 3 abuelitas tapadas del todo como nuestras monjas de clausura, y 4 señores de barba y chilaba, vamos que veo más personas de este tipo en casa que allí. ?????
Sólo dar las gracias a la familia de Alí por como me trataron, como me cuidaron, me sentí querido y absolutamente integrado. No se si podré ser afortunado de tener la oportunidad de volverlos a visitar pero desde luego han quedado en mi recuerdo.
También aprovechar desde estas líneas a mandar mi apoyo y cariño a Abdel Mahir por su coraje y tenacidad con la defensa del Nanbudo WNF, y a todos los chicos y chicas que doy fe entrenan duro cada día para dar a su país un nivel excelente.
Como conclusión un viaje super recomendable acompañado de las gentes de por allí para entender y absorber una cultura que no dista tanto de la nuestra, tenemos muchas cosas más en común todos los mediterráneos de las que a priori pensamos. Un país de contrastes de normalidad, de pobreza, de riqueza, de multiculturalidad de juntar lo nuevo y lo tradicional, de la familia y la hospitalidad.
La palabra que definiría Marruecos para mi es la diversidad.